Los estilos de crianza se toman como punto de referencia y como institución primaria a cargo del cuidado, educación, proceso de socialización y aprendizaje de los hijos. Dicho esto, se piensa que para ejercer este rol los padres o cuidadores requieren habilidades cognitivas, emocionales y sociales, sin embargo, esta labor se encuentra condicionada a cambios socioculturales que requieren capacidad de adaptación y flexibilidad de los padres. Con respecto a la conducta prosocial, se entiende como un conjunto de acciones que de manera voluntaria y desinteresada una persona está dispuesta a hacer por otra, además, se considera como una conducta necesaria para vivir en sociedad. Ahora bien, la conducta prosocial no está desligada de lo que se conoce como funciones ejecutivas (FE) y es que Las FE son consideradas como un conjunto de funciones de orden superior que los seres humanos han desarrollado como parte de su evolución permitiendo así distinguirse de otros seres vivos. Lo anteriormente describo suscita el siguiente planteamiento ¿Tiene la parentalidad relación en el desarrollo de la prosocialidad y las funciones ejecutivas cálidas en adolescentes de Castilla? Objetivo General: Establecer la relación que tiene la parentalidad en el desarrollo de la prosocialidad y las funciones ejecutivas cálidas en adolescentes de Castilla. Metodología: estudio no experimental de corte transversal con alcance correlacional; la población escogida son los adolescentes de 12 a 17 años de la zona rural de Castilla, ubicado en el municipio de Coyaima- Tolima se evaluará FE cálidas con los instrumentos Efecto Stroop (formas A y B); Juego de cartas y Laberintos la Batería Neuropsicológica de Funciones Ejecutivas y Lóbulos Frontales-la batería BANFE. Conducta prosocial: A través de la Escala de Prosocialidad –EP de Caprara, Steca, Zelli, & Capanna (2005) y Prácticas parentales: Esta variable será medida con el Cuestionario de Perfiles de estilos Educativos-PEE de Magaz y García (1998).